Solo deseo que el dolor que me oprime el pecho desista.
Desearía sostener entre mis manos los sustanciales sueños que mi dormida conciencia ha desechado.
Deseo de una vez y por todas tener la cura a esta descontrolada enfermedad o tener el suficiente coraje para asesinar esta burlona conciencia y recuperar lo perdido de mí.
Desearía tomar lo descompuesto a través de este tiempo y la futura verdad.
Debería soltar esta anhelante ambición, aceptar por fin esta extrema pasión que mi alma ha demostrado poseer.
Debería elegir una vez mas las correctas decisiones para mantener los fragmentos unidos por mas tiempo.
Desearía extraer la oxidada materia que ha invadido la sangre en mis venas para así apartar la espesa oscuridad que se ha adueñado de mis ojos.
Más de algún modo no puedo renunciar a ello, se ha demostrado en mis acciones, en mi cordura, que esta preciosa necesidad de tinieblas se ha apoderado de mi y creo que si renunciar al dolor implica renunciar a mi imaginación no podría hacerlo, puesto que me compone, me forja y entregar lo que soy al amor ya no es una cuestión de creencia, es una cuestión de que no se cambie lo que soy en el proceso.
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